Cuando la memoria oculta el dolor
Durante muchos años Jorge Santoro (olvido). Quizás su mente para protegerlo de ese dolor lo hizo, la violencia física que sufrió de niño después de la muerte de su joven padre cuando quedo a cargo de su madre y esta contrajo pareja con un hombre mayor y que, por cualquier motivo siempre terminaba castigando severamente al niño, llegando muchas veces azotarlo con un látigo trenzado o a golpes de puño; supuestamente esto sucedía después de alguna travesura del niño; algunas veces su madre ponía limites al reto e impedía la paliza, pero otras veces dejaba al niño solo con su padrastro en su casa, para que este le diera la paliza y ella se marchaba a la casa de una vecina con otra de sus pequeñas hijas, donde miraban televisión, mientras el hombre hacia justicia con el pequeño; una vez fue tan ruda la golpiza; dos fuertes trompadas en el rostro del pequeño que durante varios días se notaba el rastro de la violencia; otras veces el castigo era efectuado con un látigo dejando el cuerpo marcado del niño; que a los 14 años no pudiendo soportar más el rudo castigo se fue de su casa al campo como empleado rural pudiendo liberarse de ese hogar que tanto daño su infancia.
Pasaron unos cuarenta años y un día, volvió a su memoria estos tristes recuerdos, que tanto lo lastimaron en el momento que mas debió ser amado para fortalecer su autoestima, para alejarlo del dolor y mirando el rostro de su madre noto que le era muy difícil perdonarla, aunque lo ha intentado muchas veces hasta que al fin lo consiguió… Ahora su corazón esta sanando porque confía en las palabras de Jesucristo, el Rey de Reyes que dice en su Palabra La Biblia “En verdad os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos hermanos míos, aun a los más pequeños, a mí lo hicisteis.” (Mateo 25.40)
Si como padres, madres o padrastros abusamos de nuestra autoridad es bueno saber que Dios todo lo ve*; que el Señor es tardo en montar en cólera y que si nos arrepentimos el puede personarnos y darnos un nuevo corazón y una nueva manera de pensar; porque Dios es amor y el amor todo lo puede.
Pero recordando la promesa del Señor, las victimas saben que de parte de Dios no habrá impunidad con los agresores y abusadores que no se arrepientan
*No tomen venganza, hermanos míos, sino dejen el castigo en las manos de Dios, porque está escrito: «Mía es la venganza; yo pagaré», dice el Señor. (Romanos 12.19)
Pasaron unos cuarenta años y un día, volvió a su memoria estos tristes recuerdos, que tanto lo lastimaron en el momento que mas debió ser amado para fortalecer su autoestima, para alejarlo del dolor y mirando el rostro de su madre noto que le era muy difícil perdonarla, aunque lo ha intentado muchas veces hasta que al fin lo consiguió… Ahora su corazón esta sanando porque confía en las palabras de Jesucristo, el Rey de Reyes que dice en su Palabra La Biblia “En verdad os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos hermanos míos, aun a los más pequeños, a mí lo hicisteis.” (Mateo 25.40)
Si como padres, madres o padrastros abusamos de nuestra autoridad es bueno saber que Dios todo lo ve*; que el Señor es tardo en montar en cólera y que si nos arrepentimos el puede personarnos y darnos un nuevo corazón y una nueva manera de pensar; porque Dios es amor y el amor todo lo puede.
Pero recordando la promesa del Señor, las victimas saben que de parte de Dios no habrá impunidad con los agresores y abusadores que no se arrepientan
*No tomen venganza, hermanos míos, sino dejen el castigo en las manos de Dios, porque está escrito: «Mía es la venganza; yo pagaré», dice el Señor. (Romanos 12.19)
El "Ego" Femenino
La familia esta en un cambio permanente; antes la mujer ejercía el liderazgo de la casa; allí era; o la reina del hogar, o la "sirvienta" esto dependia del tipo de pareja que tenia; si era un hombre bueno, ella era el vaso fragil de la casa, aquel hermoso tesorito que permanecia al cuidado de los hijos, si en cambio era un machista y aprovechado ella pasaba a ser practicamente la empleada domestica de la casa, a cargo de casi todo; esta situaciones narradas en segundo termino generaban mucha angustia y frustración en las mujeres; luego todo fue cambiando, la mujer se incorporo cada vez más al mundo laboral y fue tomando nuevas responsabilidades; las tareas hogareñas pasaron a quedar en manos de otras mujeres.
Esta situación genero una mejor autoestima y luego en varias llego el ego ¿le hace bien o mal esto a la familia?
Esta situación genero una mejor autoestima y luego en varias llego el ego ¿le hace bien o mal esto a la familia?